lunes, 5 de abril de 2010

Por la tarde...


-Por la tarde de sus manos descienden estrellas igual que un río de sueños destilando primaveras-

Por sus labios sonrisas deletreadas en el foro, por su risa el palpitar de un beso... y por la piedad que hay en sus manos yo siento todo un mundo de breves inmensidades latir junto a un imperio, el de la dulzura. Ella, con idéntica fragancia a la del viento y con la franqueza del tañir de unas campanas se mece y se endulza allá en la línea que junta al cielo con la mar y con la tierra y abren los ojos todas las mañanas llegadas de la propia luna para verla... ella, toca y alcanza la ternura con sus propios ojos y se abre el vientre azul de la noche para cantar con una voz de luz igual a la de un susurro de mariposas y jardines y ensanchar las aristas de su música que no es otra cosa que... un asombro de paz en todo el que la escucha.

-su tenue aleteo nace en cada instante de el bullicioso manantial de la humildad y se abren las ventanas, sí, se abren para ver llegar la luz de la alegría-

J